El problema de los piques ilegales sigue siendo una amenaza constante en las calles de Bogotá, poniendo en peligro no solo a los participantes, sino también a conductores, peatones y ciclistas, quienes se ven afectados por la imprudencia y las altas velocidades. A pesar de los esfuerzos de las autoridades y las quejas de los residentes, estas carreras clandestinas continúan aumentando, afectando la seguridad vial y perturbando la tranquilidad en varias zonas de la ciudad.
Generalmente realizadas de noche, estas competencias no solo generan ruido excesivo, sino que también exponen tanto a los corredores como a los espectadores a riesgos de accidentes graves o fatales.
Diana Diago, concejal de Bogotá, destacó el impacto negativo de estas carreras, señalando que los ruidos excesivos afectan severamente la calidad de vida de los residentes en las zonas donde se realizan, según informó El Tiempo. «El ruido es insoportable, los vecinos no pueden dormir, además del peligro que estas competencias ilegales representan para los participantes», comentó al medio.
La situación se agrava, ya que además de motocicletas y taxis, ahora también se utilizan carros particulares para participar en estas carreras, lo que incrementa el número de vehículos involucrados y, en consecuencia, el riesgo de accidentes.
Las autoridades y la ciudadanía han identificado varias vías afectadas por los piques ilegales, entre las cuales destacan la calle 26, la avenida Boyacá y el barrio Sosiego, en la localidad de San Cristóbal. Aunque estos puntos críticos han sido reconocidos, las medidas tomadas hasta ahora no han sido suficientes para resolver el problema, según la concejal.
Darío Hidalgo, profesor de Transporte y Logística de la Universidad Javeriana, explicó al medio que la escasez de personal policial durante la noche dificulta el control de estos eventos. Además, aunque no existen sanciones específicas para los piques ilegales, las infracciones como el exceso de velocidad o el consumo de sustancias psicoactivas pueden acarrear multas significativas o la inmovilización de los vehículos involucrados.