El alcalde de Azambuja, Portugal, reveló que el niño, tras ir a almorzar a su casa, regresó a la escuela con un cuchillo y un chaleco antibalas. El ataque, ocurrido el 17 de septiembre de 2024, dejó a seis compañeros heridos, siendo una niña la más grave, con heridas en el tórax, aunque su vida no está en peligro.
Fernando Lisboa, coronel de la Guardia Nacional Republicana (GNR) de Azambuja, indicó que las víctimas tienen entre 11 y 14 años, con cinco heridos leves y uno grave. La menor en estado crítico fue trasladada a un hospital en Lisboa.
El alcalde Silvino Lúcio comentó que no había indicios previos de la actitud del niño y que el motivo del ataque aún es desconocido. La GNR mencionó que el agresor estaba «tranquilo» y esperaba ser interrogado por la Policía Judicial.
El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, condenó el acto y subrayó que ninguna circunstancia puede justificar tal violencia, destacando la necesidad de educar para la paz y el civismo. El primer ministro, Luís Montenegro, también condenó el ataque como un «acto aislado» y un fenómeno extraño a la sociedad portuguesa, llamando a la reflexión sobre la responsabilidad en el espacio público. Los demás alumnos fueron recogidos por sus padres tras el incidente.