La situación en los colegios colombianos, tanto públicos como privados, se está volviendo cada vez más complicada, especialmente con el cierre de año y la apertura de matrículas. La disminución en el número de estudiantes es evidente y se atribuye a diversos factores, entre ellos el costo de las matrículas, la calidad educativa y, sobre todo, la reducción del número de niños en las familias colombianas.
Un informe del Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana revela que, en la década de 1950 y 1960, el 20 % de la población tenía menos de 6 años, mientras que en 2024 esa cifra ha caído al 8,4 %. Asimismo, el porcentaje de la población de 16 años o menos ha descendido de un 35,9 % en el año 2000 a un 24,9 % en 2024.
En términos de matrícula, en 2023 se registraron alrededor de 9,5 millones de estudiantes en educación preescolar, básica y media, lo que representa una disminución del 1,9 % en comparación con 2022, la mayor caída en años recientes. Aunque las instituciones educativas han mencionado que el aumento en las matrículas no supera lo permitido por la ley, hay quienes han decidido no incrementar los precios para evitar afectar aún más la llegada de estudiantes.
Adicionalmente, el fenómeno migratorio también influye en esta situación. Según datos de la Aeronáutica Civil y Migración Colombia, aproximadamente 1.244 personas están saliendo del país con la intención de no regresar, muchas de ellas en familias que buscan un mejor futuro para sus hijos en el extranjero.