En medio del paro nacional que se extiende por varias regiones de Colombia, los campesinos de Santander se manifiestan en contra de la delimitación del páramo del Almorzadero, la cual prohíbe las actividades agrícolas por encima de los 2.800 metros.
Erika Ortiz, líder campesina de la zona, denunció en un medio nacional que estas restricciones, lejos de proteger el medio ambiente, ponen en riesgo la subsistencia de comunidades que han dependido de la agricultura y ganadería en estas áreas durante generaciones.
La principal queja de los campesinos es la falta de consenso y de estudios detallados en el proceso de delimitación del páramo. Según Ortiz, la resolución 152 de 2018, que regula la protección de los páramos, fue implementada sin considerar las particularidades sociales y ecológicas de la región.
«Estamos protestando porque esta delimitación fue mal diseñada, como si hubieran trazado una línea en nuestro páramo con un compás», afirmó Ortiz, señalando que la medida afecta gravemente a municipios como García Rovira, donde el 86% del área rural ha quedado restringida.
«Nuestra fuente de sustento es la producción de papa, leche, mora, ajo y cebolla. Ahora, las nuevas normas nos impiden seguir adelante», concluyó.